Los colores aplastan, las ballenas son suicidas y se prepara el buey para su implosión.
Hay que agradecer al pasado, porque aprendió que las palabras no son sólo para comerse a mordidas. Son más bien pequeñas criaturas que dejan rastros babosos y coloridos tras de ellas.
El espacio buey se convirtió en espacio anoréxico, el animal se rehúsa a alimentarse. Sólo quiere pintar.
El viaje del buey deja de ser mortal…
“Todo es gris.”
Gracias…
The New PostSecret Book
10 years ago